El tabaco es una de las sustancias más perjudiciales para la salud en general, y es el gran enemigo de tu sonrisa.
Son muchos los problemas derivados del tabaquismo los que pueden padecer las personas que tienen este hábito. Van desde unos que pueden ser molestos pero que tienen solución, como las caries, manchas en los dientes, enfermedad periodontal, o halitosis, a otras que presentan un carácter de mucha mayor gravedad, como el cáncer en la cavidad bucal.
¿Por qué es tan perjudicial el tabaco?
Se ha hablado muchísimo de este tema y existen multitud de campañas que desde Sanidad se han lanzado para avisar sobre los peligros del consumo de tabaco. No obstante, pese a que se han hecho avances, hay una gran cantidad de la población que continúa fumando.
El tabaco contiene más de 4000 toxinas que producen alteraciones locales, como la irritación de las mucosas por la acción del humo, como a escala general en nuestro organismo, produciendo variaciones en nuestras defensas. Las sustancias que contiene son enormemente dañinas para el cuerpo humano.
Cómo nos afecta el tabaco
Centrándonos en la salud bucodental, el tabaquismo puede afectar de diversas formas:
- Caries: Está comprobado que las caries en la raíz tienden a aparecer con mayor facilidad en personas que consumen tabaco. Las sustancias que lo componen producen una disminución de la capacidad de generar saliva, lo que ayuda a las bacterias a acumularse con mayor facilidad en los dientes.
Además, no solo favorece su aparición, sino que además hace que proliferen y que el riesgo de que las infecciones sean más graves aumente. - Sarro: relacionado con el punto anterior, además de caries, la acumulación excesiva de placa bacteriana en dientes y encías implica la aparición de sarro, que daña la estética de la sonrisa.
- Enfermedad periodontal: varios estudios señalan que fumar triplica el riesgo de sufrirla en su forma más severa: la perdiodontitis. Como sabemos, la gingivitis es una fase inicial más sencilla de tratar, en la que se observa irritación y enrojecimiento de las encías, así como sangrado. Pero si deriva en una periodontitis, la infección se extiende hasta el hueso y puede producir la pérdida de piezas dentales.
- Halitosis: el tabaco potencia considerablemente el mal aliento y es muy desagradable tanto para quien lo padece, como para las personas de alrededor. Da una mala imagen y pone en cuestión la higiene bucodental.
- Manchas en los dientes: el alquitrán, la nicotina y otras de las sustancias que contiene, dejan una capa oscura que se adhiere rápidamente a los dientes y produce alteraciones directas sobre los mismos. Además, al ser manchas amarillas o marrones, llaman la atención y se observan a simple vista. Su aspecto es bastante desagradable y antiestético, y suele afectar a la autoestima y confianza.
- Alteración del sentido del gusto: diversos estudios han demostrado que un alto porcentaje de los/as fumadores/as, tienen mayor dificultad para reconocer los sabores, dado que la acumulación de algunos de los componentes del tabaco puede evitar que las papilas gustativas se regeneren de manera correcta, produciendo así su atrofia parcial y disminuyendo sus capacidades.
- Cáncer en la cavidad bucal: el tabaquismo aumenta las probabilidades de sufrir lesiones orales precancerosas, y en última instancia cáncer oral. Este afecta habitualmente a la lengua y/o los labios, pero puede tener incidencia también sobre las encías el paladar y el resto de partes de la boca.
Conclusión
En definitiva, queda claro lo dañino que puede resultar el tabaco para nuestro cuerpo en general y nuestra salud bucodental en particular. Siendo tantas las patologías que pueden aparecer por el consumo de esta sustancia, los fumadores tienen muchas probabilidades de contraerlas en algún momento de su vida.
Desde la Clínica Dental Javier Zaplana podemos apoyarte y darte los consejos necesarios para que, con fuerza de voluntad, digas adiós al tabaco. Nuestros profesionales siempre te motivarán y darán algunas claves para que abandones de una vez por todas el hábito de fumar.
