¿Alguna vez has oído hablar del diastema? Probablemente no conozcas el término, pero seguro que lo has visto en más de una ocasión. Se trata del espacio entre dos o más dientes que presentan algunas personas, y se observa con mayor frecuencia en los incisivos superiores.
Se trata de un defecto en la posición de los dientes, pero existen casos de famosos que lo han utilizado como factor diferencial, como una seña personal.
Madonna, Kate Moss, o Quim Gutiérrez, son ejemplos de artistas y modelos con diastema, que son reconocibles por su particular separación de los dientes.
Esto ha hecho que en algunas épocas se haya puesto de moda. Hasta el punto de que algunas personas con los incisivos superiores juntos, se han llegado a realizar tratamientos para hacer hueco entre sus dientes.
Esto, por supuesto, desde el punto de vista odontológico y de la salud bucodental, no es nada recomendable.
¿Cuales son las causas del diastema?
Existen diferentes factores que pueden ser detonantes del diastema:
- Problemas de alineación: una oclusión dental defectuosa, también conocida como sobremordida, puede originar una separación de los dientes.
- Variación del tamaño de los dientes: en ocasiones se da un crecimiento irregular de las piezas dentales durante las edades de desarrollo, que hace que presenten magnitudes diferentes.
- Frenillo labial más largo de lo normal: se trata del tejido que une la parte interna de los labios con las encías, justo en el centro de los incisivos.
- Presión sobre los dientes con la lengua: puede darse también por el hábito involuntario que algunos niños tienen de apretar la lengua contra la cara interior de los dientes. Esta acción realizada de forma continuada puede dar lugar a una separación dental.
Posibles consecuencias derivadas del diastema
Aunque no siempre tiene por qué suponer un problema grave, el espacio entre los dientes puede generar algunas consecuencias poco deseables:
- Caries: como sabemos, la caries se produce por la acumulación de placa bacteriana en los dientes y encías. Cuando existen espacios, es más sencillo que aumente la aparición de estos restos que dañan el esmalte.
- Lesiones en las encías.
- Dolor: el diastema puede conllevar una mala mordida de los alimentos y ello desencadenar dolores de cabeza, mandíbula, oído y cervicales. En el anterior artículo hablábamos sobre la articulación temporo mandibular o ATM y su incidencia sobre estas partes del cuerpo.
- Problemas de pronunciación: por eso, aunque el diastema es frecuente durante la infancia, si perdura tras la fase de desarrollo es importante acudir a un dentista para valorar si es necesario un tratamiento.
¿Cómo puede corregirse?
Hay varios métodos que pueden aplicarse como solución al diastema, pero han de ser valoradas por un odontólogo y un ortodoncista. Los especialistas deben ser quienes estudien el caso en particular y aplicar el tratamiento necesario:
- Ortodoncia: es una de las vías más recurridas, pues se consigue cerrar el espacio entre los dientes, al mismo tiempo que se corrigen otras imperfecciones que puedan existir.
- Frenectomía: consiste en la modificación del frenillo labial para darle mayor flexibilidad. Esto se realiza en algunos casos como los que hemos comentado anteriormente, en los que la causa del diastema es principalmente el tamaño de esta membrana.
- En el caso de optarse por este método, suele hacerse cuando el paciente todavía es un niño, puesto que, con el crecimiento natural del cuerpo, el espacio se podría cerrar de forma automática. Si por el contrario ya está en la adolescencia o incluso en edad adulta, tras la frenectomía habría que aplicar un tratamiento de ortodoncia.
- Carillas: el uso de las mismas puede ser muy efectivo para tapar los huecos, dado que se colocan delante de los dientes originales. Este tratamiento sería más recomendable para pacientes adultos.
- Implantes dentales: también en el caso de personas adultas, una de las opciones es remover los dientes propios para colocar implantes.
En conclusión, aunque no es un problema que requiera de una intervención urgente, siempre es importante que un especialista pueda valorar si es necesario aplicar algún tratamiento.
Las visitas periódicas al dentista son fundamentales para controlar la evolución del diastema, especialmente en las fases de renovación de los dientes y desarrollo de los mismos.
