Lavarse los dientes es una práctica diaria (o debería de serlo). Sin embargo, muchas veces no se hace de manera correcta o del todo eficaz. Por ejemplo, ¿sabías que para que la higiene bucodental sea eficaz debes lavar y secar el cepillo de dientes tras haberlo utilizado? ¿Y que el cepillo debe cambiarse cada 3 meses o incluso antes si está desgastado?
La salud de tu boca depende, en gran medida, de una buena higiene bucal que, aunque requiera su tiempo, es fácil. Además, son una higiene dental básica puedes evitar enfermedades comunes como la gingivitis o periodontitis.
Unas correctas técnicas de cepillado resultan esenciales en el mantenimiento de tu salud bucodental, dada su incidencia en la eliminación de la placa bacteriana y por contribuir, en consecuencia, a mantener alejadas las caries y el resto de enfermedades comunes en odontología.
La educación a la hora de cepillarse los dientes
El hábito de lavarse los dientes se adquiere en la infancia. Por ello, los padres tienen un importante papel a la hora de transmitir a sus hijos la importancia del cepillado diario y la higiene bucodental. Y no solo los padres, también los dentistas. Por eso, desde la Clínica Javier Zaplana queremos mostraros cómo debéis cepillaros los dientes para asegurar una efectiva limpieza de la boca y la lengua. ¿Nos acompañas?
Cómo cepillarse los dientes de manera correcta: técnicas de cepillado
El tiempo de cepillado es muy importante. Debes dedicar varios minutos, en torno a 3, al cepillado de tus dientes después de cada comida. Para que te sea más sencillo calcular el tiempo de cepillado, puedes colocar un reloj en el aseo, si es con cronómetro mejor, sobre todo si tienes niños.
Los pasos del cepillado:
Has de seguir siempre el mismo orden para no dejar ninguna zona sin limpiar. Si te habitúas a seguir unos pasos es más difícil que se te olvide limpiar alguna parte.
- Puedes dividir las zonas en 4 partes:
- Parte superior derecha
- Parte superior izquierda
- Parte inferior derecha
- Parte inferior izquierda.
El cepillado se realiza primero en la arcada superior. El cepillo de dientes se coloca en una inclinación de unos 45º sobre el plano de los dientes. Los movimientos serán desde las encías hacia abajo en movimientos verticales o circulares, pero siempre desde la encía. Después por la cara interna.
En la arcada inferior será en sentido inverso, de abajo hacia arriba, abarcando varios dientes, es decir, desde la encía hacia la parte superior del diente. Y también con movimientos verticales o circulares.
En las zonas de masticación (las muelas), el movimiento debe ser en horizontal de atrás hacia delante, tanto en las superiores como en las inferiores.
Para finalizar, ¡no te olvides de la lengua! Debes cepillarte la lengua varias veces de atrás hacia delante y realizar un enjuague suave con colutorio para eliminar los restos de dentífrico y comida que hayan quedado. De este modo, facilitarás que el flúor se deposite sobre el esmalte dental y lo proteja de la corrosión bacteriana.
Recuerda pasar el hilo dental por cada uno de los espacios interdentales. De este modo te aseguras de que no queda ningún resto de alimento entre los dientes que pueda ocasionar algún tipo de infección. El hilo dental puedes pasártelo una vez al día.
Por otro lado, no olvides acudir al dentista regularmente. Acude a tu dentista de confianza, por lo menos, 1 o 2 veces al año. Las revisiones anuales permiten prevenir posibles problemas bucodentales. Además, es recomendable someterse a una limpieza profesional una vez al año. Las limpiezas dentales no son caras y eliminan y/o evitan el sarro.
Aplica estas técnicas de cepillado y mejora tu salud e higiene bucodental. ¿Preparado para lucir una boca sana y limpia?
